Muchos años atràs tuve oportunidad de conocer esta obra teatral, estàbamos muy entusiasmados con el teatro del absurdo. Y aùn sigo creyendo que el absurdo es solo una mirada màs a la realidad cotidiana. Lo màs serio y coherente tiene su cuota de locura. Ahì los personajes esperan a alguien o algo que nunca llega. Y si pensamos con honestidad nuestra vida transcurre con mùltiples esperas, algunas llegan a una meta otras nos acompañan por siempre.Hoy me acordè de esta obra porque siento que estoy esperando tambièn a mi propio Godot, con la diferencia que por lo menos se cual es su identidad. El resto del conocimiento se reduce a esperar sin saber cuando vendrà y como serà su llegada. Me he propuesto ser testigo de mi propia vida y lo digo de verdad que puedo mirar con tranquilidad lo que ocurre conmigo y con mi entorno.Lo absurdo es que uno llena su vida de acciones, esperanzas, sueños como si fuera eterna y que todo lo que atesores, no me refiero a cosas materiales sino experiencia, conocimentos, va a servir para algo y ocurre que este curriculum no califica y toda tu vida queda como un hermoso y gran paquete de regalo que no sirve a nadie. Por supuesto que hay personajes que dejan un legado reconocido por la humanidad pero nosotros los mortales comunes no dejamos ni la sombra. Y lo absurdo es que hemos luchado toda la vida para construir algo para nuestros descendientes...Hay que reconocer que la primera lucha ha sido construir nuestra propia vida y no podemos quejarnos, cada esfuerzo ha significado un logro que ha hecho valiosos los momentos vividos... Pero heme aquì esperando la nada misma, no, esperando a Godot.