Naturaleza furiosa.

Todo nuestro orgullo y arrogancia de seres hechos a semejanza de Dios, casi semidioses se van al suelo cuando madre naturaleza se enoja y nos manda uno de sus mensajes.Esta vez fuè el agua, esta maravillosa fuente de vida que nos cayò en tal abundancia que terminò con casas, sembrados, animales y hombres.Como recordàndonos que solo somos una parte de su gran poderìo.La gran represa sìmbolo de progreso y avance en tecnologìa no hizo màs que sumarse a esta tarea destructora y vimos inundarse nuestras casas, irse flotando parte o la totalidad de nuestros bienes.Pero tambièn vimos la valentìa de muchos y el heroìsmo de algunos que por salvar a otros perdieron la vida.Muchos momentos para llorar de pena o de emociòn. Por otro lado aparecen las mezquindades, el no conformarse con nada, criticar cualquier acciòn de ayuda, tratar de aprovecharse. Estas situaciones extremas sacan a la superficie lo peor y lo mejor de cada ser humano.En esta oportunidad le correspondiò a nuestra ciudad ser la protagonista de esta tragedia y asì resultamos con una gran cantidad de damnificados, varios fallecidos y dentro de ellos tres martìres del cuerpo de bomberos. Fuè una fecha triste que no se podrà olvidar...